el ciclo de vida
Como probablemente ya sabes, empecé a vivir con mis padres desde el principio de la pandemia. Y aunque muchos de mis amigos ya se mudaron a otras ciudades grandes para empezar sus vidas, aún sigo aquí en el pueblo chiquito que crecí y asistí a la primaria, secundaria, y el colegio. Algunos amigos se apiadaban de mí por mi falta de libertad y cosas que hacer (acá en los EEUU, a diferencia de otros países, está mal visto quedarse con sus padres después de graduarse de la universidad). Y no te voy a mentir, son hartas las veces que desearía vivir solo en una ciudad grande y emocionante como NYC o SF, pero a lo largo del tiempo he llegado a apreciar lo que tengo aquí.
Algo que me gusta mucho de vivir con mis padres en el pueblo que crecí es que me da la oportunidad de interactuar con gente de edades que normalmente no vería. En mi pueblo hay muchos niños, personas mayores y de tercera edad. Si viviera en una ciudad, seguro pasaría todo mi tiempo con mis amigos (de 20-30). Pero como no puedo acá, he pasado mucho más tiempo con niños chiquitos, estudiantes de la primaria y secundaria, lo que me mostraba su encanto.
Hace unas semanas conocí a un niño chino de 1 año y el abuelo que lo cuidó, y solía verlos cada día cuando salí a pasear en el atardecer. Después de unos encuentros empecé a jugar con el niñito (su nombre es 'valiente' en Mandarín), y me sorprendió lo divertido que era. No recuerdo la última vez que sentí tan presente, cautivado por las emociones en su carita adorable. Jamás he querido tener mis propios hijos porque pues... ¿por qué los querría? y aunque esta opinión no ha cambiado, ahora puedo entender un poco mejor a las personas que los quieren. Es bueno para el alma divertirse con un ser tan inocente, tan presente en el momento.
A veces es difícil ver a mis amigos empezando sus proprias vidas adultas mientras sigo aquí muriendo del aburrimiento, pero solo tengo que recordarme a mí mismo de las buenas cosas que tengo aquí.